La censura se apodera de internet y de nuestras vidas, el retroceso es la norma, la cuesta abajo patente, y el abismo al que nos enfrentamos no tiene fondo. Pronto echaremos en falta los días en los que podíamos salir a la calle a alzar la voz en contra de las injusticias impuestas por nuestros opresores. No lo hicimos y el silencio sello nuestro destino. Descanse en paz la libertad.